Cuando los bebés sufren daños durante el parto, las consecuencias pueden durar toda la vida. Cuando se les priva de oxígeno, sufren daño cerebral. En un caso trágico, nuestro cliente sufrió daño cerebral severo por falta de oxígeno. Debido a la negligencia médica, este niño nunca podría jugar, caminar, correr o disfrutar de ninguna de las cosas que hacen la mayoría de los niños.
El Sr. Leighton representó a esta niña que sufrió un daño cerebral severo debido a errores médicos durante su nacimiento. En el transcurso de un trabajo de parto de tres días, la niña sufrió una pérdida de oxígeno en el cerebro, lo que provocó lesiones permanentes. Se obtuvo un acuerdo confidencial de $11.250.000, que aseguró el futuro financiero y médico de este niño. Ahora disfruta de la mejor atención médica disponible y recibe terapias que nunca antes fueron posibles.
Este es un ejemplo de cómo sacar lo mejor de una situación terrible. Una situación que no fue causada por este niño o sus padres. Una situación provocada por los profesionales de la salud que no hicieron su trabajo. El sistema de justicia civil existe para tratar de ayudar a las víctimas de errores médicos a obtener alguna compensación, así como para recordar a los profesionales que los errores catastróficos tienen consecuencias. Cada uno tiene que ser responsable de sus errores. Cuando son cometidos por médicos o enfermeras, pueden tener consecuencias catastróficas. En este caso, esta niña pequeña debe soportar la carga de esos errores médicos durante toda su vida.
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