Acuerdo de $1,000,000 por negligencia legal

Se supone que los abogados deben ayudar a sus clientes y proteger sus intereses. Al igual que los médicos y otros profesionales, los abogados pueden cometer errores. Cuando lo hacen, puede haber graves consecuencias.

En un caso, una joven fue víctima inocente de un grave accidente de camión. Un semirremolque la había chocado por detrás en una carretera interestatal en Tennessee. El accidente provocó graves heridas a esta mujer, que requirió cirugía de espalda por hernias discales.

Un abogado de Florida tomó el caso porque conocía a la familia. En lugar de asociar a un abogado en Tennessee y asumir que el plazo de prescripción (el tiempo para presentar una demanda) era el mismo en ese estado que en Florida, el abogado intentó negociar un acuerdo con la compañía de seguros de la compañía de transporte.

Desafortunadamente para el cliente, en Tennessee existe un plazo de prescripción de un año. En ese momento, el plazo de prescripción en Florida era de 4 años (desde entonces se redujo a 2 años en 2023). Como nunca investigó las leyes de Tennessee, supuso que la ley era la misma que la de Florida, donde las personas lesionadas en accidentes automovilísticos tenían cuatro años para presentar una demanda. De hecho, sus notas indicaban que había un plazo de cuatro años. Este fue un gran error.

Mientras tanto, el plazo de prescripción expiró y él todavía intentaba que la aseguradora resolviera el caso. Por supuesto sin que se interpusiera una demanda, y pasado el plazo para hacerlo, la compañía aseguradora no iba a pagar nada por la negligencia de su conductor asegurado. Estaban libres de culpa. Se incumplió el plazo. El cliente perdió su derecho a presentar una demanda.

A pesar de las gravísimas heridas sufridas por esta amable mujer, no recuperó nada de la reclamación que había confiado a su abogado. Por error había pasado por alto el plazo de prescripción en Tennessee y destruyó las posibilidades de recuperación de su cliente.

Esto es lo que llamamos “negligencia legal”.

El cliente fue referido John Leighton de Leighton Panoff Law. El Sr. Leighton analizó el caso, revisó los documentos y presentó una demanda contra el abogado por negligencia legal. La “defensa” del abogado anterior en el caso fue que nunca aceptó representar al cliente hasta después de que el plazo de prescripción ya había prescrito, por lo tanto, no hubo daño real para el cliente. De hecho, había estado representando al cliente durante meses y había enviado cartas a la compañía de seguros afirmando representarla. Había esperado para enviarle un contrato, que ella le había devuelto antes de que expirara el plazo de prescripción. (De hecho, la ley no exige que se celebre un contrato entre el abogado y el cliente para que en muchos casos haya negligencia legal). Leighton Panoff Law prosiguió agresivamente el litigio y demostró que el abogado de hecho representaba al cliente, quien había confiado en su perjuicio en el asesoramiento y representación del abogado.

Después de tomar la declaración del abogado infractor, el Sr. Leighton recuperó un cantidad de acuerdo por negligencia legal de $1 millón, que era el límite total de la póliza que aseguraba tanto a la compañía de transporte (que se habría recuperado si la demanda se hubiera presentado oportunamente) y el abogado que cometió negligencia legal.

Este caso es un ejemplo clásico de un abogado capaz que asume un caso en un estado extranjero en el que no tiene licencia y no está familiarizado con las reglas y estatutos de ese estado. Ésta es la razón por la que los tribunales exigen que los abogados sean admitidos para ejercer en cualquier estado en el que comparezcan ante el tribunal. Si se trata de un abogado de otro estado que no está debidamente admitido para ejercer allí, existe una disposición para una admisión especial conocida como pro hac vice, o admisión solo para ese caso en particular. Pero requiere que haya un abogado debidamente admitido que también esté en el caso y el abogado debe estar familiarizado con las reglas de procedimiento de ese estado.

En este ejemplo, el simple error de no cumplir con el plazo de prescripción le costó al cliente su caso contra la empresa de transporte y su conductor. En cambio, el abogado que arruinó su caso tuvo que sentarse en su lugar y pagar un monto de indemnización por negligencia legal equivalente a lo que ella habría recuperado si no hubiera dejado que su estatuto expirara.

Afortunadamente para nuestra cliente, finalmente recuperó lo que habría recibido si su abogado no hubiera cometido negligencia legal.

 

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